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Renault enfrenta incertidumbre en su proyecto Alpine F1 tras partida de su CEO Luca De Meo

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De Meo deja Renault tras rescate financiero y transformación

Luca De Meo, arquitecto del resurgimiento económico de Renault tras las pérdidas por 7,300 millones de euros en 2020, abandona la industria automotriz para convertirse en director ejecutivo de Kering, propietario de marcas de lujo como Gucci. Su gestión logró revertir las finanzas del fabricante francés hasta alcanzar beneficios operativos por 4,260 millones de euros, pero deja preguntas sobre el futuro del equipo Alpine F1.

Legado y controversias en el proyecto deportivo

El directivo italiano, reconocido por su enfoque dual de pasión técnica y rigor financiero, implementó cambios radicales en Alpine F1. Entre ellos, la eliminación del departamento de motores de Viry-Châtillon -cuna de innovaciones turbo en la F1- para convertirse en cliente de Mercedes a partir de 2026. Esta decisión, cuestionada internamente y mal comunicada, generó críticas incluso de excolaboradores que lo acusaron de cobardía por delegar anuncios importantes.

Reestructuración que no detuvo la inestabilidad

Bajo su liderazgo se sucedieron cambios en la cúpula del equipo de Enstone: el despido de Cyril Abiteboul, la llegada fugaz de Davide Brivio desde MotoGP y el ascenso de Laurent Rossi, cuya gestión terminó en enfrentamiento con Alain Prost. La incorporación de Flavio Briatore como asesor ejecutivo representó el último intento por estabilizar el proyecto, con medidas como la externalización de motores y la amenaza de venta si no mejoraban resultados.

Advertencias sobre el futuro del sector automotriz

De Meo, quien previamente había promovido alianzas con empresas chinas, recientemente alertó sobre la amenaza de automóviles eléctricos subsidiados que inundan mercados europeos. Su partida coincide con un momento crítico para la industria, donde prevé “vientos en contra” por cambios tecnológicos y comerciales. La estabilidad en Alpine F1 depende ahora de la continuidad de su plan estratégico.

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Incógnitas sobre el sucesor y continuidad del proyecto

El Grupo Renault asegura contar con un “plan de sucesión previamente definido”, aunque expertos cuestionan su efectividad. Denis Le Vot (Dacia) y Maxime Picat (Stellantis) son mencionados como posibles sucesores. La elección determinará si se mantiene el rumbo establecido o se generan nuevos cambios que afecten al equipo Alpine F1, cuyo futuro depende directamente de la estabilidad corporativa.

“El sistema de recompensas de la FIA (reparto de dinero en virtud del Acuerdo de la Concordia) sólo se otorga a los resultados del chasis, así que cuando McLaren o Aston Martin ganan, reciben la compensación económica íntegra aunque utilicen motores Mercedes-Benz”, dijo.

“En Renault, tenemos que pagar 250 millones de euros más por los motores. Dirijo una empresa que cotiza en bolsa, y llevo una década haciéndolo: tengo que tomar decisiones racionales todos los días”.

“Creo firmemente en el valor de las marcas, y no fue una decisión fácil de tomar, pero sí vital. Y cuando Alpine sume podios y victorias con regularidad, todo el ruido negativo desaparecerá”.

“En la Fórmula 1, la estabilidad viene de la visión y la ejecución”, dijo Briatore en Montreal. “Tenemos un plan”. “Luca apoyaba ese plan. Su marcha no nos detendrá”.

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