El dólar recupera su rol tradicional en medio de la tensión geopolítica
La moneda estadounidense ha mostrado signos de fortaleza durante los últimos días, registrando un incremento cercano al 1% desde los primeros ataques aéreos entre Israel e Irán. Este comportamiento marca un cambio significativo en su dinámica, después de un período prolongado donde su condición de refugio seguro parecía comprometida.
El índice ICE que mide el valor del dólar frente a una canasta de divisas ha reflejado esta recuperación, comportándose de manera contracíclica ante los movimientos del mercado. Durante jornadas marcadas por la incertidumbre, la divisa subió, mientras que descendió en momentos de mayor calma, tal como se espera de un activo refugio.
Confianza renovada en el sistema financiero estadounidense
La reacción positiva del dólar ofrece tranquilidad a quienes temían que Estados Unidos perdiera su atractivo para flujos internacionales de capital en tiempos de crisis. Mientras la moneda mantenga esta dinámica, sigue cumpliendo su función de protección ante eventos geopolíticos graves.
Aunque aún se encuentra un 10% por debajo de los niveles alcanzados en enero, este repunte sugiere que podría estar en marcha un cambio estructural en su tendencia. La caída previa fue extremadamente acelerada, con una depreciación anualizada del 30% desde febrero, ritmo insostenible a largo plazo.
Patrones históricos y excepciones notables
Analistas señalan que caídas tan abruptas en periodos cortos suelen ser seguidas por recuperaciones parciales. Sin embargo, existen precedentes donde el dólar continuó su declive, como ocurrió en 1973 bajo la presidencia de Nixon, durante los años de Reagan en 1985-1986, y en las crisis de 2002 y 2009-2010, cuando Estados Unidos implementó políticas monetarias expansivas.
“El Día de la Independencia de Trump transformó el ‘excepcionalismo estadounidense’ en ‘vende valores de Estados Unidos’”, apunta Christophe Boucher, director de inversiones de ABN Amro Investment Solutions.
Factores que cuestionan la fortaleza sostenida del dólar
Existen varios elementos que generan dudas sobre la viabilidad de mantener este repunte. En primer lugar, el comportamiento actual no coincide con las expectativas derivadas de la teoría económica tradicional. Los aranceles impuestos por el presidente Trump deberían haber fortalecido la moneda, al igual que las diferencias favorables en tasas de interés respecto a otros países.
Además, el fortalecimiento económico y la menor inflación de lo previsto no han tenido el impacto esperado en el valor del dólar. Esta contradicción se ha mantenido hasta el reciente escenario de búsqueda de activos seguros generado por el conflicto en Oriente Medio.
“Los recientes anuncios de política monetaria de la Administración han sembrado dudas”, señala Talib Sheikh, administrador de fondos en Fidelity International.
Desafíos estructurales y dependencia de capital externo
Las políticas comerciales agresivas del presidente Trump hacia aliados tradicionales han generado incertidumbre sobre la voluntad global de depender del dólar. Paralelamente, el creciente endeudamiento público y el déficit en cuenta corriente obligan a Estados Unidos a mantener su atractivo para inversores extranjeros, ya sea mediante mayores tasas de interés o una moneda más competitiva.
La rápida depreciación reciente refleja preocupaciones sobre el rol global a largo plazo del dólar, combinadas con un cambio en la percepción de riesgo tras el entusiasmo inicial posterior a las elecciones de noviembre. Aunque un rebote a corto plazo parece probable con la confirmación de su estatus de refugio, las perspectivas de mediano y largo plazo continúan siendo complejas.